Estar sentado no es la mejor opción contra el deterioro del organismo. La inactividad acelera la aparición de ciertos malestares mayores como la hipertensión, depresión, ansiedad y osteoporosis.
Elimina el estrés mental
Mientras estás sentado, relaja los músculos del área superior del cuerpo entrelazando los dedos atrás de la cabeza en la nuca. Respira y empieza a relajarte mientras estiras tus codos desde atrás. Hazlo repetidamente. Adiciona un movimiento detrás de la espalda con los codos rectos y con la palma de la mano hacia atrás y gira tus brazos hacia dentro. Saca el pecho por unos instantes y notarás como eliminas la tensión.
Descansa la cabeza
Gira los hombros hacia delante, para un lado, para atrás y para abajo. Coloca la mano izquierda en el hombro derecho y con la mano contraria empuja el codo hasta generar tensión. Mantente ahí por unos segundos y luego regresa a la postura original lentamente. Haz lo mismo con el otro brazo.
Libera tu espalda
Quédate sentado en tu silla y sujeta con tus manos el muslo de una pierna y acércala al pecho. Cuando sientas tensión, estira.
Si quieres evitar el adormecimiento de las piernas, deja de un lado tu asiento y da alguna caminata aunque sea a la copiadora o al baño de la oficina. Con ello activarás la circulación.
Con hacer estos sencillos movimientos tendrás una auto-terapia antiestrés muy efectiva que te ayudará a tener mejor rendimiento en tu trabajo.