Ingredientes:
• 450 g de pollo molido
• 1/2 taza de queso rallado de tu elección (chihuahua, mozzarella, cheddar, etc.)
• 4 dientes de ajo rallados y 2 dientes de ajo picados
• 1 cucharadita de condimento italiano
• 1/2 cucharadita de hojuelas de pimiento rojo triturado, opcional
• 1 cubo de caldo, opcional
• 1/2 taza de caldo de pollo
• Sal y pimienta negra molida, al gusto
• 1/2 taza de perejil fresco picado (o cilantro)
• 3 cucharadas de mantequilla, dividida
• Jugo de 1/2 limón
• 1 cucharada de salsa picante de tu elección (usamos Sriracha)
• 4 calabacitas ralladas en forma de fideo
Preparación:
En un tazón grande, combina el pollo molido, el queso, el ajo rallado, el condimento italiano, el cubo de caldo, las hojuelas de pimiento rojo, el perejil o cilantro picado y la pimienta negra. Mezcla bien con las manos o el tenedor y forma bolas medianas. Acomódalas en un plato y reserva.
Derrite dos cucharadas de mantequilla en una sartén grande a fuego medio. Cocine las albóndigas durante ocho a diez minutos por todos lados, hasta que estén doradas y bien cocidas. Recuerda bañar las albóndigas con los mismos jugos que sueltan mientras las cocinas. Reserva.
En la misma sartén derrite la cucharada restante de mantequilla; luego agrega jugo de limón, caldo de pollo, salsa picante, ajo picado, perejil y hojuelas de pimiento rojo. Cocina durante tres o cuatro minutos, revolviendo regularmente hasta que la salsa se haya reducido un poco. Ajusta la sazón con sal y pimienta y decora con más cilantro o perejil si lo deseas.
Sirve las albóndigas de pollo con los fideos de calabaza crudos (también pueden cocerse un poco si lo prefieres) y baña con la salsa de la sartén. Adorna con rodajas de limón o lima. ¡A disfrutar!