La alergia estacional, a veces denominada “fiebre del heno” o “rinitis alérgica estacional”, cursa con síntomas alérgicos que ocurren durante ciertas épocas del año, generalmente cuando el moho del exterior libera sus esporas y las plantas (árboles, arbustos y hierbas) liberan diminutas partículas de polen al aire para fecundar otras plantas.
La gente puede ser alérgica a uno o a más tipos de polen y/o de moho. El tipo específico de polen al que sea alérgica una persona determinará cuándo aparecerán sus síntomas. Hasta un niño que no ha presentado nunca una alergia estacional, la puede desarrollar. Las alergias estacionales se pueden iniciar prácticamente en cualquier momento de la vida de una persona, aunque se suelen desarrollar cuando la persona tiene unos 10 años. Suelen alcanzar su máxima expresión a principios de la segunda década de la vida y los síntomas alérgicos suelen desaparecer en etapas posteriores de la vida adulta.
Signos y síntomas
Si su hijo desarrolla un “catarro” cada año en la misma época, es bastante probable que se trate de una alergia estacional. Los síntomas de la alergia, que suelen aparecer de repente y durar mientras la persona se sigue exponiendo a su alérgeno en particular, abarcan los siguientes:
•Estornudos
•Picor de nariz y/o de garganta
•Congestión nasal
•Secreción nasal acuosa
•Tos
Estos síntomas suelen ir acompañados de picor ocular y de ojos llorosos y/o enrojecidos, lo que recibe el nombre de conjuntivitis alérgica. Si su hijo también presenta resuello, respiración sibilante y sensación de ahogo, es posible que su alergia se haya acabado convirtiendo en asma.
Tratamiento
No existe ninguna cura definitiva de la alergia estacional, pero es posible aliviar su sintomatología. Hay que empezar reduciendo o eliminando la exposición a los alérgenos. Durante la estación en que se produce este tipo de alergias, se deben mantener las ventanas cerradas, utilizar el aire acondicionado a ser posible y quedarse en interiores cuando la concentración de polen sea alta.
Pida a su hijo que se lave las manos o que se dé una ducha y se cambie de ropa después de jugar al aire libre. Y un niño con alergia estacional no debe cortar el césped (ya que, al pasar la segadora se levantan partículas de polen y esporas procedentes del moho).