Lejos queda ya el verano y estamos de lleno en el otoño, una época de cambios a los que nuestro cuerpo debe adaptarse poco a poco. Días más cortos, primeras bajadas de las temperaturas y nuevo horario son algunos de los principales cambios a los que debemos hacer frente durante estos días. Para sobrellevar esta nueva estación del año, contamos con la ayuda de la alimentación. Y, como la naturaleza es savia, nos da los alimentos precisos que necesitamos.
Cabe destacar que el otoño es la mejor época del año para consumir, comprar y disfrutar de numerosos tipos de verduras como las berenjenas, las acelgas, las calabazas, las coles, los pimientos o las zanahorias, así como las setas y los hongos y las frutas como las castañas, los higos, las granadas, las manzanas, las peras o las uvas.
Las frutas del otoño se caracterizan porque la mayoría de ellas tienen colores marrones y anaranjados, muy similares a los del paisaje típico otoñal. Podemos recurrir a frutos del bosque como moras o arándanos, así como kiwis, higos y pomelos. Pero son especialmente protagonistas del otoño la granada, las uvas y los cítricos como mandarinas y naranjas.
La granada, una de las fruta estrella del otoño, además de ser rica en vitamina C, también lo es en vitaminas del grupo B y de antioxidantes. Una de las opciones gastronómicas más comunes es usarla en las ensaladas para dar un toque crujiente y dulce al plato, aunque también puede tomarse macerada con miel o en zumo. Las manzanas y las peras también tienen su momento óptimo de maduración durante el otoño, así como mangos y chirimoyas, dos frutas tropicales pero que ya forman parte de nuestra dieta y que contribuyen a la salud cardiovascular.
El otoño también es un buen momento para degustar el aguacate, una importante fuente de grasas beneficiosas de origen vegetal al organismo, así como las moras y el membrillo. Cuando hablamos de membrillo lo hacemos de la fruta con la que se elabora la pasta anaranjada que se vende en las tiendas. La fruta no puede consumirse cruda porque la pulpa es muy dura. Antes debe asarse o cocerse y puede ser una buena opción de acompañamiento de carnes como la de cerdo.