La tecnología y los cambios culturales han generado un remezón en la estructura de la familia. En cada familia se están dando nuevos intereses, necesidades y comportamientos que plantean retos inéditos a sus miembros.

Amor enredado

Hace unos años a nadie se le habría ocurrido sostener una relación a distancia. Pero hoy con la ayuda de la tecnología no solo es posible sino que es la realidad de millones de personas en el mundo debido a que su trabajo o actividad los lleva a sitios geográficos distantes. También lo es para personas que deciden recurrir a las redes sociales para conocer a su media naranja. Las parejas a distancia con frecuencia se quedan en un estado de fantasía puesto que cada encuentro es como una luna de miel. Además por internet la gente tiende a ponerse máscaras, lo que evita que la pareja se conozca a profundidad.

Ejecutivos ocupados

Algunas parejas entre 25 y 36 años parecen tenerlo todo: están comprometidos con sus profesiones, tiene altos cargos en las compañías. A pesar de esto, muchos en este grupo no están felices porque el trabajo se interpone en el camino. Son personas de multinacionales, de la banca o de la bolsa que incluso trabajan los fines de semana y de noche, y no tienen momentos para comunicarse. Con frecuencia compiten entre ellos por el poder. El estrés no les da tiempo para manejar los conflictos de pareja de modo que entre ellos abundan los silencios, lo que afecta la intimidad. 

Mejor sin hijos

En el mundo anglosajón les llaman parejas dinks, por las siglas en inglés de Double income no kids, o sea doble ingreso y sin hijos. Sus integrantes priorizan el desarrollo profesional, el bienestar económico, el tiempo personal y de pareja, y la libertad de viajar libremente. Aunque estas parejas tienen muchas ventajas porque las energías de ambos se enfocan en la relación y al no tener que sostener una familia pueden acumular un patrimonio que les permite realizar sus sueños, también tienen sus retos.

Los amos del hogar

Las parejas con roles de género cambiados son cada vez más frecuentes. Aunque muchos ven positivo que los dos sean profesionales, en mucha de ellas surgen conflictos especialmente cuando está de por medio el dinero.  Es el caso de los hombres cuyas esposas son más exitosas y ganan más. Pero también sucede que algunas mujeres creen que los hombres que no sostienen el hogar son menos valiosos.

La pareja otoñal

Cada vez menos parejas cumplen bodas de oro. El aumento de la expectativa de vida ha permitido que muchos rompan en este momento de la vida luego de muchos años de convivir, cuando todos imaginaban que ya habían superado las dificultades. La mayoría de los que se divorcia a esta edad piensa que a los sesenta aún es tiempo de rehacer la vida. Tampoco tienen la excusa de proteger a los hijos porque ya están solos. En este tipo de parejas los conflictos surgen por el equipaje que cada uno trae a cuestas: hijos, patrimonio e incluso las mañas, que son difíciles de quitar.

Del mismo sexo

Aunque los homosexuales han existido siempre, solo ahora se observa una mayor aceptación de sus derechos en la sociedad. Gracias a que hoy las leyes los protegen, algunos han establecido una convivencia que les permite convivir como cualquier heterosexual. Estas parejas tienen las mismas ventajas y retos que el resto. Se enamoran, exigen fidelidad y pelean. La mayor fuente de conflictos, sin embargo, proviene de presiones sociales pues aunque la sociedad es mucho más abierta a aceptarlas, aún hay sectores que las discriminan.

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