Para el mundo de la moda el año está dividido por temporadas, primavera-verano y otoño-invierno, en las que se eligen algunas fechas del año donde las calles de ciudades que son sede de las distintas Fashion Weeks —Londres, Milán, Paris y Nueva York— se llenan de celebridades, modelos y diseñadores que marcarán la diferencia entre lo nuevo, lo viejo, lo que será tendencia y lo que quedará en el olvido.
Y aunque cada una de estas semanas tiene un objetivo en específico —como París que se distingue por ser sólo para mostrar lo nuevo de la alta costura— la Settimana della moda di Milano o, mejor dicho, la semana de la moda de Milán se ha vuelto la época del año más esperada en todo el mundo tanto por los que se encargan de dictar tendencias como por quienes aman portarlas.
Del 20 al 27 de septiembre Milán se volverá una locura, con más de siete desfiles y presentaciones por día, donde podremos apreciar a las sensacionales casas de moda como Fendi, Giorgio Armani, Prada, Dior y Gucci encabezando los distintos desfiles.
La asociación de la Cámara Nacional de la Moda Italiana se encarga de poner orden dividiendo a la perfección la semana entre todas las marcas, dándole a cada una el tiempo y espacio que necesitan para la presentación de su colección ready to wear.
Dos semanas antes de las fechas postuladas los hoteles se saturan de modelos que se reúnen para el fitting y casting de las prendas que estarán por exhibirse. Y justamente un día antes se pueden ver a toda clase de personalidades pertenecientes al Fashion System paseando por los lugares más bonitos de Milán, disfrutando de la comida en algún restaurante o relajándose en algún bar.
Una vez que la semana comienza, hasta el lugar más recóndito de la ciudad se llena de moda, los desfiles pueden realizarse en cualquier sitio —Ferragamo hace siempre el suyo en la Bolsa de Valores— y el Street style sale a flote como un deporte entre los italianos y extranjeros, que portan sus mejores prendas en distintos estilos para ser retratados por los fotógrafos que se quedan capturando los mejores looks que terminan en páginas de moda marcando tendencia.
Por supuesto que Anna Wintour, la editora en jefe de Vogue, nunca falta a las pasarelas de Milán, las cuales contempla desde el front row bajo sus gafas oscuras tan características.
Y quienes se han posicionado como los líderes de las pasarelas son Prada, Gucci y MSGM, ya que todos esperan con ansias ver las increíbles combinaciones de colores, texturas, tamaños, formas y una que otra excentricidad que puede llegar a confundir a los espectadores, pero que no es rechazada por nadie.
Dolce & Gabbana solía ser parte de este grupo, pero lamentablemente decidió salirse del calendario oficial y ahora la cámara de la moda debe esperar el anuncio del día del desfile de la gran firma para evitar que algunas otras muestras choquen con esta, debido a que es una marca de gran renombre que tiene mucho poder en la industria.
Las fiestas es algo que definitivamente no puede faltar, pues la semana de la moda en Milán no sería Milan Fashion Week sin éstas. Las que se llevan a cabo dentro de la ciudad son las más importantes y no sólo porque los anfitriones suelen ser personas de la talla de Philipp Plein o porque se celebran en lugares llenos de elegancia como la terraza del hotel Bulgari, sino porque entre los invitados se puede ver figuras tan primordiales como la fabulosa Donatella Versace, al gran Giorgio Armani, Top Models y muchos más.