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    Neurobiología de amor (en las relaciones estables)

    Para hablar de relaciones estables y duraderas, debemos enfocarnos no sólo en lo espiritual y romántico, sino también en cómo funciona nuestro cuerpo “el cerebro y el corazón” en una relación. Aunque sabemos que hay diferencias entre la percepción del amor entre los hombres y las mujeres, más adelante hablaremos de los mecanismos generales de manera básica para no aburrirlos.

    Como bien es conocido, una mujer se enamora más de la personalidad y el intelecto, mientras que el hombre principalmente busca una adecuada apariencia según sus propios gustos. Las áreas cerebrales asociadas con la atención, emociones y memoria se activan en mujeres; en hombres las áreas activadas son aquellas asociadas a la percepción de belleza y la integración de estímulos visuales.

    El amor no es una emoción, es un sistema de motivación, una parte del mecanismo de recompensas del cerebro, generado por diversas estructuras cerebrales en la que unas u otras están especialmente activadas en función de la duración de la relación amorosa, y que implica varios estados emocionales. 

    Para explicar cómo interactúan los neuroquímicos, primero los describiré brevemente.

    Oxitocina: Liberada frente a estímulos sexuales, en los hombres propicia la erección y acelera el impulso eyaculatorio y en mujeres se libera en los orgasmos. Es la hormona que genera el apego.

    Vasopresina: También llamada “hormona monogámica”, es liberada durante la actividad sexual. Incrementa los niveles de agresión y acompañada de la oxitocina, induce el sueño. Aumenta la confianza entre las personas y ayuda a forjar lazos permanentes entre los amantes, tras la primera oleada de emoción.

    Dopamina: Afecta procesos cerebrales que controlan el movimiento, la respuesta emocional y la capacidad de experimentar dolor o placer. Transforma el deseo sexual en algo más intenso y duradero: una relación.

    Adrenalina: Incrementa la presión sanguínea (provoca el rubor de las mejillas de las primeras etapas del enamoramiento), aceleración del ritmo cardíaco y sudoración en la palma de las manos, “las mariposas en el estómago”.

    Serotonina: Es la responsable del control de la conducta en el enamoramiento.

    Básicamente son sustancias que modulan la comunicación entre las neuronas, iniciando con la liberación de oxitocina y la vasopresina que a su vez interactúan con la dopamina en los centros del placer. La liberación de dopamina en estos centros también puede ser estimulada por drogas como la cocaína y la heroína que ocasiona la sensación de “bienestar” y euforia relacionada con el consumo de este tipo de sustancias. Por eso se dice que el amor “puede ser adictivo”. A su vez, la liberación de dopamina está ligada a la reducción de la serotonina. La serotonina modula emociones como angustia, agresividad y miedo, pero también el apetito y el deseo sexual. Lo cual es bueno para la salud emocional de ambos al reducir la ansiedad, agresividad y hasta el apetito, sí, leíste bien, te puede ayudar a conseguir una mejor figura.

    La atracción cuando se encuentran niveles elevados de dopamina y norepinefrina y bajos niveles de serotonina generan un amor romántico o apasionado caracterizado por euforia cuando las cosas van bien, cambios terribles de ánimo cuando las cosas no van bien, atención excesiva y pensamiento obsesivo y una ansiedad casi como una abstinencia de la pareja.

    Con el orgasmo, una de las principales cosas que suceden es que los niveles de oxitocina y vasopresina se elevan considerablemente en el cerebro generando bienestar. Están asociados con el apego, la formación de pareja y el mantenimiento de la misma. Por eso es que cuando una persona no está satisfecha sexualmente con su pareja, biológicamente se comienza a alejar emocionalmente de ella. (Hay que trabajar por los orgasmos propios y de la pareja).

    Para mantener una relación estable, no sólo hay que cultivarla desde el punto de vista romántico (detalles, chocolates, flores), sino también físico y fisiológico. El estar sanos nos hace capaces de disfrutar de nosotros mismos, estar plenos y seguros y eso se trasmite y se refleja en la pareja; dormir en la misma cama, abrasarse y acurrucarse después de los momentos de actividad sexual, compartir tiempo de calidad, el gusto por algún equipo deportivo o actividad recreativa, el hacer ejercicio, en conjunto o por separado y una buena alimentación (que incluya frutos rojos, almendras, nueces, espinacas, tomate, entre otros), además de proveerte de salud te trae bienestar y amor, por ti y por tu pareja y de tu pareja hacia ti.

    Al final todo se resume en “si quieres ser amado, ama”, pero ámate a ti primero.

    Por: Dra. Gema Lucero Sánchez Gutiérrez de Lara

    Médico Psiquiatra. Psiquiatría General. Psiquiatría infantil. Urgencias psiquiátricas.

    Citas: (669) 1-12-8-69

    Urgencias: (669) 2-65-20-33

    Sierra de Venados 438, Lomas de Mazatlán, Mazatlán, Sinaloa.

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