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Hace 32 años el movimiento a favor de la Lucha contra el Cáncer de Mama inició a nivel mundial cuando una compañía farmacéutica, que produce medicamentos utilizados en la terapia de primera línea de este padecimiento, adoptó el mes de octubre para hacer consciencia sobre la enfermedad.
Hoy se sigue trabajando para difundir y prevenir este padecimiento, afortunadamente se han detectado algunos factores que ayudan a reducir el riesgo y compartimos contigo más información sobre ellos, esperando que más mujeres tomen acciones oportunas contra esta enfermedad.
Debemos saber que el cáncer de mama es un tumor maligno que se origina en las células y es una enfermedad crónico-degenerativa, lo que significa que los tejidos u órganos dañados van incrementando su afectación en el organismo con el paso del tiempo, por ello, los exámenes de autoexploración, detección oportuna y ciertos hábitos pueden reducir riesgos, tales como:
Una dieta balanceada
De acuerdo con investigaciones como la del Journal of Endocrinology & Metabolism, Breastcancer, el Instituto Nacional del Cáncer y Marshall University Research Corporation, llevar una alimentación balanceada, además de ayudarnos a dotar nuestro cuerpo de los nutrientes necesarios y funcionar de manera óptima, también nos puede ayudar a reducir los riesgos de padecer cáncer ya que alimentos como el tomate aumentan el nivel de adiponectina, una de las hormonas más importantes en la metabolización del azúcar y grasa, y que podría reducir el desarrollo de tumores.
Así mismo, el té verde ayuda a frenar el progreso de células cancerígenas y otros como brócoli, nueces, ajo, también podrían ayudan a reducir riesgos del cáncer de mama; por ello se recomienda incluir en las comidas frutas, verduras, fibra, cereales integrales y disminuir las grasas animales.
Manténte activa y con un peso ideal
La Organización Mundial de la Salud, ha indicado que mantener algunos kilos de más y la acumulación de grasa en el cuerpo favorecen la aparición de tumores, por ello, se recomienda realizar de 30 a 60 minutos de ejercicio todos los días y estar atentos de nuestro peso y masa corporal.
Opta por lalactancia materna
Estudios a nivel internacional han señalado que la lactancia materna durante por lo menos 12 meses reduce hasta un 4.3% del riesgo de padecer cáncer de mama, esto por el retraso en el restablecimiento de la función de los ovarios y la reducción en los niveles séricos de los estrógenos.
Autoexploración oportuna
Se ha señalado que en la mayoría de los casos de cáncer de mama en México son descubiertos gracias a la detección del paciente. La autoexploración es una rutina que no quita más de 5 minutos y se debe llevar a cabo de manera continua una vez al mes, desde los 25 años y hasta la edad madura.
Debemos recordar que el área de los senos no se siente igual a todas las edades y durante todos los días del mes, por ello, para tener una detección más certera, se recomienda hacer la rutina de autoexploración siete días después del período o en un día determinado cuando ya no se está menstruando.
Se recomienda que esta práctica se realice frente a un espejo, tratando de ubicar si uno de los senos presenta alguna deformidad visible y tocando el área con los dedos índice y medio haciendo movimientos circulares empezando por la axila y hasta llegar al área del pezón, apretándolo para observar si se presenta alguna secreción, es necesario repetir esto en cada lado y recostada boca arriba con una almohada bajo la espalda.
Recuerda que si en tu familia hay antecedentes de cáncer, tienes más de 45 años, tu primera menstruación fue antes de los 12 años, no tienes hijos o te embarazaste por primera vez tras cumplir los 30 años, tienes antecedentes de quistes en los senos, empezaste la menopausia después de los 50 años o has utilizado terapia hormonal de reemplazo por más de 10 años, presta atención a tu cuerpo, hazte el examen de autoexploración y acude a realizarte una mastografía anual si tienes entre 40 y 69 años de edad.