Lo que pones en tu cuerpo hace la diferencia en tu vida. Toma un vaso con agua tibia y limón al despertar. A los 30 minutos de haber despertado come 30 gramos de proteína para que empieces con toda la energía. ¡ojo! Puedes comer más, pero si no tienes tiempo para desayunar come eso para aguantar hasta medio día.
No te quedes acostado media hora después de haber despertado, estira los brazos hacia arriba, levanta las rodillas hasta el pecho y mantén esa posición varios segundos para que la sangre fluya.
Al estar oprimiendo el botón este, lo único que logras es sentirte más cansado. Mejor pon la alarma unos minutos después, y si de plano no puedes evitar ese botón, te recomendamos poner lejos la alarma así te levantas a apagarla.
Normalmente pones alarma entre semana, pero los fines de semana si te das el gusto de dormir hasta que tu cuerpo aguante, y al lunes siguiente empieza la pesadilla otra vez. Trata de despertar y dormir siempre (fines de semana también) a la misma hora para evitar el cansancio.
Por lo mismo que apagas la alarma, ves que tienes correos o mensajes, evita verlos a esa hora. Empieza tu mañana con un buen baño, desayuno y ya que estés listo y en tu trabajo empieza con las actividades laborales.