La Tienda del Botánico abre sus puertas al diseño mexicano y amigable con el medio ambiente como un esfuerzo más para lograr la sustentabilidad del Jardín.
Carlos Murillo Depraect, fundador del Jardín Botánico, contaba que cuando partió de Culiacán a Guadalajara para su educación universitaria, le gustaba viajar dentro y fuera del país, y como recuerdo solía traerle a su madre una planta o una semilla para cultivar. Hoy, a 30 años de la fundación de aquello que inició como una colección de anécdotas de viaje y amor por la naturaleza, se ha vuelto indispensable replicar los esfuerzos para que este lugar continúe abierto y que sus funciones y operación sean sustentables, por eso este mes se abren las puertas de La Tienda del Botánico.
“Promovemos la botánica, la arquitectura y el arte. Todo lo recaudado será para el desarrollo de proyectos para la conservación de especies y de mantenimiento del espacio”, explica Laura Nieto, gerente de la tienda.
El proyecto arranca con más de 30 marcas mexicanas cuyas ventas se destinarán en su totalidad a la conservación de especies, los programas educativos y culturales y la labor de investigación que llevan a cabo biólogos y taxónomos de amplia trayectoria científica.
Por su parte, Lilián Ávila, encargada del desarrollo del proyecto, destaca que “este año es un año muy importante para la institución porque decidimos impulsar un proyecto de sustentabilidad económica del Jardín Botánico; vamos a apostarle a los proyectos que puedan permitirnos continuar con la misión del Jardín, la educación ambiental, a la vez que podamos recaudar fondos para poner un granito de arena para lograr la sustentabilidad económica y continuar educando a toda la comunidad”.
En este nuevo lugar por la conservación, se podrán encontrar plantas y productos de jardinería, cosméticos naturales, publicaciones de arte, arquitectura y diseño, souvenirs, artesanías, y próximamente se abrirá un catálogo en línea de mobiliario de diseñador, así como un futuro proyecto de arte.
Además, los visitantes del Jardín Botánico podrán encontrar los productos, fertilizantes y repelentes orgánicos que se utilizan aquí mismo para mantener íntegras las colecciones botánicas, para que los jardines de los culiacanenses reciban el mismo cuidado que las plantas que viven aquí.
Con cada producto vendido en La Tienda del Botánico se va una muestra del amor que crece cada día en este jardín; muchos productos están hechos por las mismas personas que cuidan a diario este museo vivo, el mismo que empezó hace 30 años con sólo algunas semillas.