Tener plantas en casa mejora la salud mental incluso en caso de vivir un confinamiento. Al menos así lo sugiere un estudio internacional coordinado por el Grupo de Investigación de Naturación Urbana e Ingeniería de Biosistemas (Naturib) de la Universidad de Sevilla que se ha publicado en Urban Forestry and Urgan Greening.
El confinamiento causado por la pandemia de COVID-19 privó a personas de todo el mundo de poder visitar espacios verdes durante semanas. Según este estudio, realizado a partir de encuestas a personas que estuvieron confinadas en diferentes países, la vegetación en los espacios interiores influyó positivamente en el bienestar emocional de las personas durante el período de confinamiento.
El estudio realizado desde la Universidad de Sevilla partía de la idea de que el humano siente el impulso de incorporar elementos naturales al hogar y que colocar plantas en casa es una de las formas más tradicionales de hacerlo. El trabajo confirmó que solo el 3,3% de las personas encuestadas no tenía plantas ni de interior ni de exterior (en jardines, balcones, patios o terrazas).
Curiosamente, la mayoría de encuestados prefería tener la vegetación al aire libre en lugar de dentro de casa. Sin embargo, el análisis estadístico demostró una influencia mucho más significativa sobre el estado emocional en quienes tenían plantas de interior que en quienes tenían plantas al aire.
La mayoría de los encuestados (73,7%) consideró que tener vegetación en casa contribuyó positivamente a su estado de ánimo durante el período de confinamiento de COVID-19.
Las personas que las tenían reportaron haber sentido con mayor frecuencia emociones positivas (calma, optimismo y alegría), y con menor frecuencia emociones negativas como estrés, tristeza, miedo o depresión.
Según los responsables del estudio, los efectos positivos que produce la presencia de plantas de interior pueden atribuirse a la apariencia visual de las plantas, ya que las respuestas afectivas a estímulos visuales que se consideran estéticamente agradables podrían contribuir a la liberación de tensiones.
Muchos estudios habían concluido que el contacto y la interacción de los humanos con la naturaleza, con los espacios verdes exteriores, tiene un impacto positivo en su salud y bienestar.
Los beneficios psicológicos se vinculan no solo a la presencia de vegetación, sino también a la posibilidad de hacer ejercicio en espacios abiertos, disfrutar del aire fresco y relajarse o conectar con otras personas. Pero, ¿qué ocurre cuando se vive confinado la posibilidad de visitar espacios verdes no es una opción?
Los estudios han mostrado que solo con poder ver una zona verde desde casa se obtienen mejoras similares sobre la salud mental. Por ello, tener plantas en casa parece ser una muy buena opción para paliar los efectos de una vida sin contacto directo con la naturaleza.
El estudio presentado por el Grupo de Investigación de Naturación Urbana e Ingeniería de Biosistemas (Naturib) analiza también la literatura publicada respecto a qué plantas pueden jugar un papel más importante en la salud emocional. Estas son las conclusiones a las que llegan:
*Información Cuerpomente*
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