Nuestros papás, la mayoría de más de 60 años, ya abuelos y muchos con achaques, no quieren quedarse en casa. Algunos no creen que sea grave lo que pasa, otros aplican el “pues si me muero, ya me morí” y otros salen con que “solo” fueron al súper o al desayuno o al dominó. ¿Qué hacemos?
Sin importar nuestra edad, todos pensamos en nuestros papás como “los grandes”, los que saben qué hacer y toman decisiones adecuadas, pero nos guste o no, esa balanza va cambiando y se inclina cada vez más hacia el lado en que nosotros tenemos que decidir y regañar, sobre todo cuando ellos pasan de los 60 y tantos.
Pero aunque trabajen, manejen, sean económicamente independientes, sí son adultos mayores y están dentro de la población de riesgo. Y con el número de mexicanos con diabetes. Entonces no, no pueden venir a ver a los nietos y no, no se pueden ir de viaje en un avión puerco durante horas. ¿No deberíamos ser nosotros, los jóvenes, los que nos sintiéramos invencibles?
Muchos de ellos han pasado por crisis económicas, temblores, la amenaza del AH1N1 y realmente “nunca pasó nada”, por eso no les parece tan dramático el asunto que estamos viviendo, pero les puedes ayudar así:
Tercera parte de la serie: de la admiración por las estrellas a la divulgación de…
Es el título de una gran pedagoga francesa, Francoise Dolto; y es que es verdad,…
¡Impulsa lo hace de nuevo!, en esta ocasión trae el confort de unas vacaciones permanentes…
El restaurante-bar El Guayabo famoso por sus deliciosos pollos y bebidas, funge como un entrañable…
Seguramente Sael Arakc Maldonado Elías te ha sacado alguna carcajada con sus entretenidos videos, pero…
Bricia Palmira López García es una sinaloense con mucha pasión por lo que hace y…