Sentirnos sanos y felices desde primera hora de la mañana es un sueño posible. El estrés, las prisas, las responsabilidades… ya no serán nuestros enemigos si añadimos a nuestros hábitos diarios pequeños gestos que nos ayudarán a afrontar el día con optimismo y positividad.
Intención de día:
Cambia los malos pensamientos y no comiences el día preocupándote por tus obligaciones. Lo ideal es pensar desde el minuto 1 en cómo te quieres sentir hoy. Así, las tareas no dictarán tu estado emocional. Tú y solamente tú eres quien decide cómo va a pasar el día.
Respira bien:
Este paso es primordial para oxigenar nuestro cuerpo. Lo más recomendable, mientras se está en la cama, es respirar profundamente de cinco a diez veces para llenar el cuerpo de oxígeno con las manos apoyadas en el estómago y en el pecho, esto además ayudará a mantenerte relajado.
Un vaso de agua al levantarse:
Beber agua nada más despertarse hidrata el cuerpo y pone en funcionamiento nuestro sistema digestivo, pero tampoco olvides seguir tomando durante el día para mantener activo e hidratado.
Preguntas de buena mañana:
Empieza el día de manera positiva realizándote las siguientes preguntas: ¿de qué voy a disfrutar hoy?, ¿qué puedo agradecer?, ¿quién es importante en mi vida? Y nunca dudes en sacar provecho de todo.
Agradecer a los más próximos:
Demuestra a todas aquellas personas que significan algo para ti que las quieres y que te importan. Un abrazo o un beso harán que nuestro día y el de los que nos rodean comiencen mejor.