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    Culiacán segunda ciudad más competitiva, con vocación de corresponsabilidad

    En 2022 Culiacán se ubicó como la segunda ciudad más competitiva entre el grupo que contempla una población de 500 mil a un millón de habitantes.

    Por segundo año consecutivo nuestro municipio destacó en dos índices particulares: sociedad e innovación. Aunque seguramente son muchas las áreas que aún debemos reforzar como ciudad, es importante recalcar el primer índice, sociedad en el que se mide la calidad de vida de los habitantes, a través de tres áreas: educación, salud e inclusión.

    En 2021 fuimos la ciudad con mayor número de empresas sociales, indicador que repercute positivamente al subíndice de sociedad. Se estima que en nuestra ciudad se alojan al menos 200 empresas que gozan del distintivo de Empresa Socialmente Responsable, lo cual, habla del espíritu de corresponsabilidad de los empresarios.

    Esta vocación, o bien, forma de hacer negocios responde a un paradigma en el que la empresa va más allá de la generación de utilidades, al explora la posibilidad de generar estrategias que le permitan mantenerse vigentes en el mercado y al mismo tiempo generar un impacto positivo en la sociedad.

    Dichas estrategias, responden a lo que Michael Porter, definió como “la ventaja competitiva sostenible”, la cual es posible gracias a las conexiones entre el progreso económico y social, que generan un valor compartido para la sociedad.

    En la Ciudad muchas de las empresas que gozan del distintivo se han ganado reconocimiento a nivel Iberoamérica y nacional, por estrategias que alineadas a su modelo de negocio generan un impacto positivo en temas de salud, educación o medio ambiente.

    Lo anterior supone, que, en Culiacán, se ha alojado la semilla de un proceso que conduce a un impacto cíclico, que de forma incremental permitirá desarrollar mejores sociedades. Sin embargo, para que esto se cumpla es necesario que la comunidad empresarial vaya más allá de la Responsabilidad Social y apueste por la generación de valor compartido.

    Para conseguirlo, es necesario que las y los empresarios que se forman en el mundo de los negocios lo hagan a través de detectar las repercusiones que sus productos o servicios generan a la sociedad y buscar maneras innovadoras de contrarrestar estos impactos. Un ejemplo de estas prácticas, es la empresa Beisbox, cuya práctica de responsabilidad social alienada a su core business, brinda a niñas y niños y adolescentes de la localidad la posibilidad de experimentar un acercamiento a la actividad empresarial y deportiva, por medio de la practica en cajas de bateo. Adicionalmente reciben charlas sobre la importancia de la salud mental, física y alimentaria, que es posible gracias al deporte y la activación física que alimenta su espíritu creativo.   

    En nuestra ciudad son muchas las empresas que hacen esfuerzos por diseñar estrategias de valor compartido, por lo que queda demostrado que existen las condiciones para impulsar la competitividad del municipio a través de la corresponsabilidad del sector empresarial. De esta forma, se incide positivamente en la calidad de vida nuestros habitantes y por supuesto, afecta positivamente la competitividad de las empresas.

    Dra. María del Rosario Valdez Páez

    Consultora y profesora investigadora.

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