En México, de acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Geografía y Estadística (INEGI), 34.8 millones de personas han experimentado algún episodio depresivo en sus vidas (20.37% mujeres y 14. 48% hombres). Mientras que, en el mundo, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), aproximadamente 300 millones de individuos padecen ese trastorno, pero, ¿qué es la depresión? esta se manifiesta por un bajo estado de ánimo y sentimientos de tristeza, de manera durable y desproporcionada, asociados a alteraciones del comportamiento, del grado de actividad y por supuesto del pensamiento.
Es una causa importante de discapacidad a nivel global e incide considerablemente en la carga de morbilidad. La falta de apoyo a las personas con trastornos mentales, junto con el miedo al estigma, impiden que muchos accedan al tratamiento que necesitan para tener vidas saludables y productivas.
Al hablar sobre depresión es importante mencionar que psicológicamente es una condición o afección del estado de ánimo que perturba prácticamente todos los ámbitos de la vida, por lo que una persona con tendencia depresiva estará prácticamente abandonando las diferentes actividades de su existencia, no podrá relacionarse bien, tampoco sentirá que su calidad de vida es adecuada, experimentará desinterés y aplanamiento por prácticamente todas las situaciones que le ocurren a diario; tendrá afectaciones, incluso cognitivas.
Hay diferentes formas en las cuales podemos ver manifestada a la depresión, cómo por ejemplo: cuando la persona comienza a aislarse de sus amigos y seres queridos, cuando comienza a sentirse sin esperanzas sobre lo que pueda ocurrir en el futuro o cualquier otro plan a largo plazo, puede ser que la persona tenga una pérdida o aumento significativo de apetito, suele sentirse cansada, exhausta todo el día, no poderse levantar de la cama ni bañarse en días. y cuando las tareas simples se vuelven una gran carga en su día a día, existe una dificultad para conciliar el sueño o suele dormir de más, sentir una culpa excesiva y sentir que no avanza en lo que desea hacer.
Asimismo hay algunos puntos que me gustaría aclarar, no todas las personas que tienen depresión se van a sentir tristes, no es algo que simplemente ‘’se supera’’ de un día para otro y ya; se requiere del apoyo y ayuda de un profesional, tener un día normal requiere de mucha energía, pueden sentir que son un estorbo para sus seres queridos, y por eso no piden ayuda (eso no quiere decir que no lo necesiten), en ocasiones, sólo quieren ser escuchados y validados, (no recibir como tal un consejo, a menos de que sea solicitado).
Te comparto algunas recomendaciones para que puedas ayudar a alguna persona que padezca depresión, primero que todo tenemos que educarnos, no hay mejor herramienta que esa, porque debemos de aprender acerca del trastorno, asimismo escuchar empáticamente sin juzgar, animarles a buscar ayuda sin presionarles, conocer tus límites, es decir, evita agotarte emocionalmente por querer ayudar a alguien más. Debemos de ser pacientes, hacerles saber que estás ahí para ellas, no tomarse las cosas personal, aceptar que recuperarse no es lineal, y sobretodo, no tengas miedo a realizar preguntas, pero también comprende, sino están listas para contestarlas.
Pensar en un día mundial de lucha contra la depresión tiene que ver con sensibilizar a la población en torno a que todas y todos somos parte de esta sociedad, que podemos tener –en algún momento de nuestras vidas– crisis depresivas, que debemos comprender esta afectación mental porque puede convertirse en una patología grave que podría generar incluso, discapacidad.
Pero como sociedad la mejor manera de enfrentarla es otorgar más voz y ruido a los estados de ánimo, al reconocimiento de que no siempre podemos estar bien y que el bienestar y la salud mental son estados ligados a sentirnos con vida, con plena capacidad de emprender acciones y sentirnos útiles.
Unámonos juntos a la conversación, visibilicemos el tema, rompamos el estigma.
NO, NO TODO ES ECHARLE GANAS, recuérdalo.
Pedir ayuda, está bien.
Es importante que no te autodiagnostiques y ante cualquier sintomatología acude con un profesional en la salud mental.
