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    Entre libros te veas

    Borges hacía una tremenda apología sobre el libro: “ese instrumento sin el cual no puedo imaginar mi vida, y que no es menos íntimo para mí que las manos o que los ojos”.

    Hace algunas navidades, Cecilia (mi esposa) me regaló “Vida entre libros” un mágico ejemplar y de gran formato. El sueño de todo lector y librómano (porque uno ya es más eso que bibliófilo) es un recinto repleto de libros; este libro retrata  en la lente de Héctor Velasco Facio 43 bibliotecas de personajes emblemáticos y con textos de  Corina Armella de Fernández Castelló. Me quedé maravillado con la Biblioteca pulcra y minimalista de Gabo,  Ahí revolotean las mariposas amarillas.  Según Cervantes “el que lee mucho y anda mucho, ve mucho y sabe mucho”.

    Un propósito intelectual de este año es leer más, pero sobre todo leer más poesía. Porque como decía Borges: “la poesía vuelve, como la aurora y el ocaso”. Uno de los primeros libros que tocaron base fue el  de “Tus pies toco en la sombra” compilación de 21 poemas inéditos de la voz poética más importante de la América hispánica Pablo Neruda.  Este ejemplar es una joya. Un verdadero disfrute.  “Tus pies toco en la sombra, tus manos en la luz,/  y en el vuelo me guían tus ojos aguilares/ Matilde, con los besos que aprendí de tu boca”. Aquí no hay desperdicio; la variedad de temas de los inéditos es amplia; cinco están marcados por la temática amorosa, la evocación de su tierra, incluso la espera de la muerte.  Un poema cada día; esa era la cuota de creación mínima que se impuso desde joven Neruda. Ojalá y nosotros podamos no solo leer poesía, sino vivirla. Hacer de la vida una poesía.

    Rosa María Peraza Castellanos Hace apenas una  semana tuve el agrado de volverme a encontrar con Rosa María Peraza Castellanos “la Rosa” como cariñosamente le llamábamos quienes le quisimos porque en sus poemas ella sigue viva, con su voz potente, madura, generosa, su sentido del humor magnifico. Este poemario es para sentir, más que para pensarlo, para dejarse llevar por cada una de las palabras y las emociones que estas trasmiten. El mejor homenaje que se le puede hacer al escritor es leerlo, cada palabra, cada verso se queda en ti y ahí florece algo nuevo, leer el “Destierro de lo blanco”, fue como volver a conversar con ella y sentir que podía carcajearme de sus ocurrencias que puso en papel y en verso.

    Bien lo decía Antonio Machado: “Sólo recuerdo la emoción de las cosas”, con razón Ángeles Mastretta escogió ese título para su libro, en el que pronto me sumergiré.


    Revisité  un título que abre el apetito de la curiosidad “La noche en que Frankenstein leyó El Quijote; la vida secreta de los libros”  de Santiago Posteguillo, un libro sobre libros y sobre la vida de sus autores. No decae en ni una página; Se lee de un tirón y, cuando lo acabas, casi deseas que siguiera satisfaciendo tu sed de curiosidad con más y más historias. Tal vez por eso nos encanta leer, porque somos metiches profesionales, nos interesan las vidas ajenas porque nos hablan de las nuestras. ¿Quién eres?, está emparentado con… ¿quién soy? Leer por tanto es vivir otras vidas paralelas.

    Soy un lector que disfruta su oficio, ese olor a tinta, ese saborear la cadencia con que los dedos se desplazan para darle vueltas a las páginas. Leer, es saber que aun se puede sembrar esperanza para cosechar un futuro de fe.

    Leer también es soñar, y parafraseando al gran Octavio Paz “mereces lo que sueñas”

    Twitter: @luisrobertogm

    Instagram: @leerporlaveredatropical

    *El autor es abogado y escritor, intelectual pop y filósofo urbano y ya sin tanta crema a los tacos es un mazatleco orgulloso de su terruño.

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