Uno de los eventos más disruptivos que vivió el siglo XXI fue el incremento acelerado de la población urbana superando la rural. Según el Banco Mundial, alrededor del 56 % de la población mundial —4400 millones de habitantes— vive en ciudades y se espera que esta tendencia continúe, ya que los espacios urbanos se mantienen creciendo de manera escalada.
Aunque más del 80% del Producto Interno Bruto (PIB) se genera en las ciudades, estas deben enfrentarse a retos desafiantes, como son el garantizar la demanda de vivienda asequible, de infraestructura viable (incluidos sistemas de transporte), de servicios básicos y de empleo.
Para dar solución a estas problemáticas, la ciudad puede echar mano de la concentración de conocimiento que alberga su territorio, sobre todo, si en ella se aloja un ecosistema de emprendimiento e innovación. Aunque esta red de empresas, universidades y fondos de inversión suelen generar nuevas ideas o proyectos, es necesario que estos se crucen con una agenda alineada a proyectos de desarrollo sostenible.
En este sentido, es importante comenzar a cuestionarnos si nuestras ciudades están realmente llevando una agenda que les permita aspirar a un futuro más sostenible. Seguramente la respuesta es no ya que suelen enfrentarse a infinidad de problemas públicos que dejan poco espacio a la implementación de estrategias que aspiran la sostenibilidad de la ciudad. Por otro lado, existen actores que están apostando a la innovación social como un medio para dar solución a las problemáticas de forma eficaz y por lo tanto contribuyendo a generar un impacto positivo, sin embargo, lo hacen de forma aislada, sin poco o nula colaboración con los gobiernos locales.
Cuando hablamos de ciudades sostenibles observamos que hay una vinculación productiva entre las empresas que están generando innovación social y los gobiernos locales. En nuestro país existen varios casos, pero hoy quiero destacar una empresa local de nombre Clariti, empresa 100% sinaloense que ofrece soluciones para la gestión del agua potable.
A nivel nacional existen casi 2500 juntas de agua potable y la incidencia permanente en cada una de ellas es que únicamente recuperan el 43% de los servicios que ellos ofrecen. Por lo tanto, suelen estar presentando pérdidas o un déficit en su actividad contable.
Clariti propone dar solución a esta problemática a través de un agente virtual personalizado con inteligencia artificial disponible en Facebook y Whatsapp las 24 horas los 365 días del año, para resolver dudas y brindar atención sobre servicios de agua potable a las y los ciudadanos. De esta forma contribuyen a incrementar los niveles de facturación de los organismos de agua potable, generando ahorros en el consumo de agua y en consecuencia en sus costos de producción.
Este es un claro ejemplo de la importancia de aplicar innovación social y como el trabajo en conjunto entre gobiernos y empresas puede incidir en el desarrollo urbano de una manera sostenible tanto desde un punto de vista económico como ambiental.
En Culiacán aún estamos en esa transición, no obstante, aún hace falta un ecosistema que arrope y soporte a los emprendedores ante el riesgo de generar nuevas ideas y proyectos que contribuyan a una ciudad más sostenible e inteligente.
Dra. Yrasema Cruz Castellón.
