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    Lilly Collins, la periodista que se convirtió en actriz

    Lily Collins es una actriz británico-estadounidense, hija del músico Phil Collins, nació en Inglaterra en 1989.Se trasladó a vivir a Los Ángeles junto a su madre cuando tenía cinco años. Según contó ella misma en el libro Unfiltered: No Shame, No Regrets, Just Me (Sin filtros. Sin vergüenza, Sin arrepentimiento. Solo yo), la relación con su padre no fue fácil.
    “Te perdono por no estar cuando más te necesitaba y por no ser el padre que esperaba. Perdono los errores que cometiste y aunque pueda parecer demasiado tarde, no lo es. Hay todavía mucho tiempo por delante”, le decía.
    Creció entre bambalinas en el barrio de Beverly Hills y el mismísimo Elton John cuidó de ella cuando era una niña. Sin embargo, y pese a su infancia de cuento, Lily Collins siempre prefirió labrarse su propia carrera al margen de su apellido. “Estoy muy orgullosa de mi familia, pero he trabajado realmente duro para labrar mi propio camino y no quiero que eso me defina”, aseguraba en una entrevista a The Guardian.
    Aunque debutó como actriz con dos años con la serie de la BBC Growing Pains (1992) , su sueño desde niña fue trabajar como periodista. Se graduó en Periodismo por la Universidad del Sur de California y se hizo con una columna (“NY Confidential”) en la revista británica Elle Girl. Además colaboraba con revistas como Seventeen, Teen Vogue y Los Angeles Times.
    Tras trabajar como reportera para la cadena infantil Nickelodeon y cubrir varios eventos importantes como la campaña presidencial del 2008, su carrera como intérprete comenzó a despegar después de participar en un par de episodios de Sensación de vivir: La nueva generación (2008) y, sobre todo, al lograr su primer gran papel en el cine en The Blind Side (2009) , película por la que Sandra Bullock conseguiría un Oscar.


    Su primer papel protagonista llegaría con Blancanieves (Mirror, Mirror) (2012) , donde le daba la réplica a Julia Roberts . Seguiría protagonizando blockbusters como Cazadores de sombras: Ciudad de hueso (2013) o Los imprevistos del amor (2014) . Su talento como actriz se vio recompensado en 2017 con una nominación a los Globos de Oro por su interpretación en la La excepción a la regla .
    También ha interpretado personajes reales como el de la novia de Ted Bundy, interpretado por Zac Efron , en la película Extremadamente cruel, malvado y perverso (2019) , y trabajó a las órdenes del oscarizado Bong Joon Ho en la cinta Okja (2017) .
    Sin embargo, si ha habido un personaje que le ha dado popularidad y repercusión mediática, ese ha sido el de la serie de Netflix Emily en París (2020) , una comedia romántica con mucha moda de Darren Star, creador de Sexo en Nueva York .
    En ella, Collins da vida a la Emily del título, una especie de Blair Waldorf adulta, experta en marketing y redes sociales de Chicago que trabaja para firmas de lujo en París . “Parece que los espectadores se están metiendo de lleno en Emily en Paris para pasarlo bien y punto, así que ha llegado en el momento perfecto en muchos sentidos”, reconocía la actriz en referencia al estreno de la serie en plena crisis del coronavirus.

    Uno de los puntos fuertes de la ficción es su vestuario. La figurinista Patricia Field, que ha trabajado en producciones como Sexo en Nueva York o El diablo viste de Prada (2006), es la responsable de vestir al personaje de Lily Collins.
    La actriz tiene en común con Emily el gusto por la moda. Embajadora de Lâncome e imagen de Chanel en dos ocasiones (2014 y 2015) , es una habitual de front rows y alfombras rojas como la de la Gala del Met , a la que ha asistido con memorables look en homenaje a Priscilla , la esposa de Elvis Presley , en 2019 , o como una talla religiosa vestida de Givenchy –y con especial atención al maquillaje–, en 2018 . En plena “nueva normalidad”, recuperó el glamour de la alfombra roja desde su jardín y vestida de Saint Laurent para los Globos de Oro 2021, a los que optaba como Mejor Actriz de televisión.
    Emily en París, la serie que la convirtió en la actriz del momento
    ‘Emily in Paris’ se ha convertido por méritos propios en una de las series más populares y a la vez más controvertidas del catálogo de Netflix. Con dos nominaciones a los Emmy 2021 (Mejor serie de comedia y Mejor diseño de producción) y otras dos a los Globos de Oro 2021 (Mejor serie de musical y comedia y Mejor actriz) no exentas de polémica, los críticos aseguran que la calidad de la serie se queda muy, pero que muy lejos de las cifras de visualizaciones en la plataforma. Es una de las ficciones más vistas de Netflix.

    Lo que está claro es que el enorme éxito de la serie ha garantizado su permanencia en el catálogo de Netflix al menos durante dos temporadas más, como anunció a principios de año la propia plataforma. A todos nos gustaría saber qué nuevas aventuras va a vivir Emily en la Ciudad de la Luz o, quizás, en nuevos destinos, como se está rumoreando.

    La primera temporada de ‘Emily in Paris’ se estrenó mundialmente en diciembre de 2020, mientras que la segunda llegó el pasado 22 de diciembre de 2021. La serie, creada por Darren Starr (el mismo showrunner de ‘Sexo en Nueva York’) nos presenta a una chica estadounidense que trabaja en una agencia de marketing de París, y nos cuenta todas sus historias con amores y amistades.

    Según ‘Variety’, la segunda temporada debutó en el Top 10 Global de Netflix y encabezó la lista en 94 países con 107,6 millones de horas vistas en sus primeros cuatro días de emisión, del 22 al 26 de diciembre de 2021. El final de la serie dejó claro que ‘Emily in Paris’ seguiría y que nos ofrecería muchos más ‘lookazos’ y momentos de risa y de no pensar en nada, que es lo que básicamente ofrece la serie.

    El final de la temporada 3, lo más espectacular de los nuevos episodios
    Durante los nuevos episodios, vemos a Emily debatirse entre Alfie y Gabriel, a pesar de que este está comprometido con su amiga Camille. El amor va a ser una de las claves de esta temporada, porque veremos también las movidas sentimentales entre Sylvie y el fotógrafo y su marido, y el lío de Mindy con Nico (Paul Forman).
    Sin embargo, hay que esperar al último de los 10 capítulos (que cada uno dura un poco más de 30 minutos, así que es ‘maratoneable’ total) para encontrar un ‘gancho’ inesperado, el ‘cliffhanger’ por el que seguro que te entrarán miles de ganas de que estrenen la T4 ya (tranquilo, habrá que esperar bastante).
    Del final, la propia Lily Collins ha declarado: “El final es realmente el cliffhanger definitivo una vez más, porque hay alrededor de cinco cosas diferentes que sucedieron en el lapso de no importa cuántos minutos y de repente te hace desear que llegue inmediatamente la temporada 4. Ella toma decisiones, pero todas las cosas empiezan a suceder de nuevo”.

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