Por: Psic. Anna Alejandra Urquídez Jiménez | Psicóloga Clínica Instagram, facebook y tiktok: @psicurquidez Email: lps.urquidez@gmail.com

En México, cada año se registran cerca de 20 mil casos de anorexia y bulimia,
siendo la población de entre 15 y 19 años de edad la más afectada.
El pasado 2 de junio se celebró el Día de Acción por los Trastornos de la
Conducta Alimentaria (TCA). Un Trastorno de la Conducta Alimentaria es, en
general, un patrón de ingesta no apropiada de alimentos ya sea por exceso,
carencia u otra forma no saludable de alimentación y control de peso corporal. Si
bien se desconocen sus causas exactas, las investigaciones indican que se trata
de afecciones originadas por una interacción de factores biológicos, psicológicos y
sociales.
En este sentido, los aspectos psicológicos son especialmente relevantes, ya que
evidencian que nuestra relación con la comida no siempre es simple. ¿Por qué
comemos? ¿cuándo lo hacemos? ¿qué significa la comida, el peso y la imagen
para nosotros? ¿qué nos proporciona el comer?
Las personas que tienen algún Trastorno de la Conducta Alimentaria utilizan los
alimentos para lidiar con las emociones incómodas o dolorosas.
Utilizo este espacio para hablarte acerca del algunas verdades sobre los TCA:
Muchas personas que sufren un Trastorno de la Conducta
Alimentaria pueden tener un aspecto saludable.
Las familiares no tienen la culpa del trastorno, y pueden ser los
mejores aliados para la recuperación.
La aparición de un TCA supone un problema sanitario que altera el
funcionamiento personal y familiar.
Los TCA no son el resultado de una decisión, sino enfermedades
muy graves y determinadas biológicamente.
Los TCA afectan a hombres y mujeres de todas las edades, culturas,
razas, pesos o formas corporales, orientaciones sexuales y niveles
socioeconómicos.
Las personas con TCA tienen un riesgo alto de complicaciones
médicas graves.
La genética por sí sola no determina que una persona sufra un TCA.
En el desarrollo de un TCA intervienen los genes y también los
factores ambientales.
La recuperación total de los TCA es posible. La detección y
tratamientos precoces son fundamentales.
Es importante mencionar que el abordaje de estos trastornos debe ser realizado
por un equipo multidisciplinario de profesionales. Nutriólogos, psicólogos y
psiquiatras, entre otros, deben acompañar a las personas en varios procesos, con
el fin de ayudarlas a romper esas rutinas no saludables y, al mismo tiempo,
promover su bienestar físico, emocional y mental. Y recordar que está bien pedir
ayuda y que no están solos.