Más

    CULIACÁN CIUDAD CREATIVA

    Desde su concepción la palabra emprendedor ha hecho referencia a aquel individuo que decide iniciar un nuevo proyecto. Desde un acercamiento etimológico, la palabra emprendimiento deriva del francés entrepreneur (pionero), refiriéndose a aquella persona que tiene la capacidad y destreza de hacer un esfuerzo adicional para alcanzar un objetivo definido.

    Sin duda, estos individuos ha transformado la historia política y económica de nuestros tiempos, lo hacen generando ideas o proyectos innovadores, que irrumpen los sistemas pre establecidos provocando nuevas formas de comunicarnos y de establecer relaciones los individuos.

    Ejemplos abundan muchos, desde Steve Jobs, Jeff Bezos y Mark Zuckerberg, por mencionar algunos. La mayoría de ellos, radicados en países como Estados Unidos, lo cual no es una coincidencia. Pero entonces, ¿A qué se debe que la mayoría de estos emprendimientos innovadores y disruptivos crezcan y se desarrollen en este tipo de países?

    Aunque han sido mucho los autores que han abonado a esta discusión, me gustaría iniciar señalando algunas de sus principales aportaciones. El contexto y territorio influye de forma directa a la creación de emprendimientos, a esto se le conoce como ecosistema. Por lo tanto, el principal enfoque de análisis señala al ecosistema como un entramado de relaciones comerciales y de cooperación que hacen posible que una red de empresas radicadas en un territorio pueda incrementar sus posibilidades de sobrevivir en el tiempo y de desarrollar innovación.

    El ecosistema de emprendimiento, es por lo tanto el principal responsable de ver crecer y madurar a este tipo de empresas innovadoras en países como el antes señalado. Estas redes empresariales, sin embargo, no son exclusivas de regiones desarrolladas, nacen en diferentes contextos y sus diferencias radican en el número de actores involucrados y en la capacidad de generar innovaciones disruptivas.

    Por lo tanto, en nuestro país observamos una actividad bastante dinámica en regiones como Ciudad de México, Guadalajara, Monterrey y Quinta roo principalmente. Nuestro Estado, sin embargo, no se queda atrás.

    En el año 2017 Sinaloa fue el Estado más emprendedor de México, no fue casualidad que ese mismo año, la Universidad Autónoma de Sinaloa, obtuviera el premio Nacional del Emprendedor, en reconocimiento su labor como actor importante del ecosistema.

    Aunque muchas políticas cambiaron de ese año a la fecha, aún podemos observar que el ecosistema de emprendimiento de nuestro estado se mantiene activo, colaborando con diversos actores del sector público, privado y de la sociedad civil.

    Es difícil en esta analogía, señalar a un único responsable del crecimiento y mantenimiento de la actividad del ecosistema, dado que este, vive y se alimenta de una cultura de colectividad. Por lo que es de reconocerse, que quienes integran la red emprendedora de nuestro estado, han fortalecido su trabajo a través de actividades que les han permitido madurar la cultura emprendedora de Sinaloa.

    Es así, que podemos observar su agenda de eventos aún vigentes, desde las noches de fracasos promovidas por Sonar X A.C., los hackatones (campamentos que fomentan la solución de ideas de base tecnológica) por Tomato Valley A.C., hasta la participación de Hackedemy en eventos de alcance internacional.

    Menciono aquellos que han contribuido desde la sociedad civil, sin embargo, existen acciones de gobierno estatal, municipal, del sector privado y por supuesto de las Instituciones de Educación Superior que siguen abonando a este ecosistema.

    Pero entonces, ¿Qué nos hace falta como ciudad para poder competir con regiones como Ciudad de México o Guadalajara a nivel nacional, o bien a nivel Latinoamérica, para alcanzar los niveles de Chile o Colombia? recientemente señaladas como los países más innovadores.

    Richard Florida arroja luz sobre estos planteamientos, al hablar de la importancia de la clase creativa en una ciudad. Aunque el autor ha recibido muchas críticas al respecto, me permito señalar lo valioso de fomentar en la ciudad espacios que permitan el intercambio de conocimiento, pues de esta forma, alimentamos un ambiente creativo que tiende a generar innovación. Por lo que valdría la pena, comenzar a explorar espacios físicos en nuestra ciudad, empresas y universidades comprometidos con estos ambientes de intercambio de conocimiento que fomentan la creatividad, seguramente así, podríamos ver nacer, crecer y desarrollarse nuevas generaciones de emprendedores, que mantenga la sinergia con las estructuras públicas, privadas y educativas para madurar sus modelos de negocios.

    Contacto: direccion@beisbox.mx

    Héctor Melesio Cuén Díaz

    Latest articles

    spot_imgspot_img

    Related articles

    DEJA UNA RESPUESTA

    Por favor ingrese su comentario!
    Por favor ingrese su nombre aquí

    spot_imgspot_img