Las relaciones como he comentado anteriormente, no son fáciles y necesitan un trabajo personal constante para llevarnos bien con los demás. Con la primera persona que necesitamos estar bien es con nosotros mismos y de allí partir a interactuar con los que convivimos cotidianamente.
Cuando una pareja decide unir sus vidas es muy importante conocerse se dice comúnmente, pero más que conocer al otro necesitas saber quién eres tú, que realmente sientes acerca de ti mismo, como ves a la otra persona y que realmente compagina de tus proyectos de vida junto a los proyectos de vida de tu próxima pareja. Solo así tendrás el camino claro para descubrir al otro.
La convivencia previa definitivamente ayuda a descubrirnos mutuamente, sobre todo en momentos difíciles, decisiones por tomar, compartir con la familia del otro y una serie de factores que nos motivan o desmotivan para continuar con la relación. Se ha comprobado que no es necesariamente el amor lo que une a las parejas, se develan muchos factores ante tal compromiso, algunos ocultos como la conveniencia económica o el simple hecho de que es el siguiente paso por dar después de un noviazgo por costumbre, un embarazo inesperado y/o muchas cosas más.
Ya unidos si las cosas no son como esperábamos queremos prontamente renunciar; es una fantasía infantil que por estar casados el otro adquiera obligaciones como hacernos felices, mantenernos, cambiar su temperamento o sus acciones a nuestro gusto y una larga lista que impide una buena interacción que si no se logra, se recurre fácilmente al “ya no somos compatibles” como si el matrimonio fuera un negocio que se cierra porque las cosas no van bien.
Cuando esto sucede se cae en una vorágine de reclamos, gritos y todo lo obscuro que un divorcio puede sacar de las personas; el divorcio no es una solución fácil, es un calvario para todos los involucrados sobre todo cuando simplemente sus expectativas no se cumplieron y no tienen lo que esperaban como si fuera una varita mágica el simple deseo por desear valga la redundancia.
Si las causales son violencia y está de por medio la integridad física es otra historia, solo que comúnmente en la actualidad las razones se dan sin ver las complicaciones, pues un divorcio es una gran pérdida y un doloroso proceso que exige un reajuste general en la vida del individuo involucrado más el choque emocional de quienes le rodean.
Sin causas serias el divorcio se convierte en un terremoto de vida, se manifiestan frustración, enojo, decepción, comunicación errónea influenciada por el mal manejo emocional y desaparece el interés que podría salvar la unión. Es importante tomar responsabilidad antes de separarse de todas las consecuencias que arrastra un divorcio si los motivos son superficiales, pero sobremanera se necesita tomar la responsabilidad desde antes del compromiso de compartir sus vidas pues habiendo un amor profundo se podrá salvar cualquier reto en la pareja pero si la relación y los motivos son superficiales para estar juntos la tormenta acechara ante cualquier desavenencia.
Ni el matrimonio ni el divorcio son decisiones fáciles sobre todo desde la inmadurez, sin embargo, sí son marcadores perennes de vida. De ahí la importancia de reflexionar ante lo que podrían ser pasos arrebatados e inconvenientes para un futuro a una decisión amorosa tanto para iniciar como para continuar una relación, incluso para separarse por motivos de fuerza mayor.
Unirse y convivir diario es sumamente complejo, habrá que complementarse, escucharse, ayudarse, motivarse y aportar lo mejor de cada uno. Todo esto mejora la calidad de vida, el bienestar de todos, el desarrollo personal, solo que la tarea es de cada uno, nadie nos viene a salvar.
De allí el ser responsables, honestos, amorosos, alegres, comprensivos con el otro que también es un ser humano que siente, piensa, desea y busca lo mejor si así fuera, para continuar juntos. Casarte por conveniencia, por costumbre, por obligación o cualesquier otro motivo, que no sea un amor basado en el respeto, te estas metiendo en un terreno que podría convertirse en un calvario para ti y los tuyos.
Por: Paty Maytorena
Yoga Terapia
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