“La muerte no es más que un cambio de misión”
León Tolstoi
Este es mi último escrito para el espacio que tan amablemente me proporcionaron en esta revista, desde hace más de una década.
Primero que todo, vaya mi agradecimiento para ustedes, los lectores que me han leído. Igualmente agradezco a Blanca Dena, fundadora y directora, a su finado esposo Emir Cázares, quien en paz descansa, y al equipo de los colaboradores de Revista Gente, quienes me abrieron las puertas y me brindaron un foro para la expresión de mi pensar. Fue muy cómoda – y sorprendente – la libertad de palabra que siempre tuve en todos estos años de escribir para ustedes.
No soy muy afecto a las despedidas, aunque no sean definitivas, pues nunca se sabe si volveremos a encontrarnos. A lo mejor y sí coincidimos, en un futuro cercano, los lectores y yo.
No hay más razones para mi adiós que las relacionadas con un capítulo que voluntariamente decido cerrar, para abrirme a otros apartados de mis procesos en mis faenas vitales y laborales.
Me viene al recuerdo lo que me dijo un consejero y amigo: “La vida es un sumario de pequeñas y grandes ‘muertes´. Un compendio de cambios constantes. Morimos un poco en cada momento que perdemos a alguien o algo” … En este caso, el contacto con mis lectores, con Blanca y sus asociados.
Sabedores de estas pequeñas “muertes” debemos afrontarlas con el optimismo que proviene de la frase de que “todo cambia para bien”.
Para cerrar, cedo las palabras a Paulo Coelho, tomadas de un fragmento de sus escritos:
“Hay que saber cuándo un asunto llega a su fin. Cuando insistimos en alargarlo más de lo necesario, perdemos la satisfacción y el sentido de las otras etapas que tenemos que vivir. Poner fin a un ciclo, cerrar puertas, concluir capítulos, no importa el nombre que le demos, lo importante es dejar en el pasado los momentos de la vida que ya terminaron”
Con aprecio,
Manuel Sañudo Gastélum
Manuel Sañudo es Coach, Mentor y Consultor
Correo: manuelsanudog@gmail.com
