El hielo en la cara es una técnica fácil que puede ayudarte a obtener resultados rápidos para tratar el envejecimiento, las ojeras y el acné. Gracias a sus efectos sobre la piel, el frio puede ayudar a hidratar, revitalizar y tonificar tu piel. A continuación, te compartimos cómo funciona.
La aplicación de hielo en la cara o Face Icing, es una técnica sencilla que consiste en aplicar hielo sobre el rostro realizando masajes circulares con el fin de hidratar, revitalizar y tonificar la piel.
El hielo en el rostro tiene efectos rápidos para tratar el envejecimiento. Las temperaturas bajas pueden mantener la piel más firme y tersa debido a sus efectos antiinflamatorios. Además, el frío hace que la sangre suba a la superficie, lo que alivia y reafirma la piel.
Así, el hielo estimula la circulación sanguínea, destensa los músculos faciales, reduce la hinchazón, revitaliza y tonifica la piel.
BENEFICIOS DE APLICAR HIELO EN LA CARA:
- Activar la circulación
- Reducir las ojeras
- Disminuir la hinchazón facial y debajo de los ojos
- Cerrar los poros
- Atenuar signos del envejecimiento
- Combatir el acné
- Aliviar la piel irritada
Aplicar hielo en la piel es una de las soluciones más rápidas y efectivas para tratar el acné de manera temporal debido a que el frío ayuda a:
Aliviar el dolor al reducir temporalmente la actividad nerviosa
Disminuir la hinchazón al activar la circulación sanguínea
Acelerar la recuperación y promover la cicatrización de los tejidos blandos de la piel
Reduce la producción de sebo y la apertura de poros (evita la obstrucción de grasa, si quieres saber más sobre cómo aparece el acné mira nuestro blog aquí)
¿CÓMO APLICARSE HIELO EN LA CARA?
- Limpiar el rostro
- Envuelve el hielo en una tela o pañuelo (el contacto directo de hielo sobre la piel puede causar quemaduras)
- Dar un mensaje sobre el cutis con movimientos circulares
- Hazlo en sentido de los músculos para que penetre mejor
- Realiza el proceso una o dos veces al día
