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    Trío en mi bemol (O trio em mi bemol, Portugal, 2022) de Rita Azevedo Gomes, con Rita Durão, Pierre Léon, Ado Arrieta y Olivia Cábez.

    A la casa de Paul (Pierre Léon) llega, sorpresivamente, Adélia (Rita Durão). Él la recibe amablemente, como es común entre gente bien educada. Al parecer tuvieron relaciones íntimas (fueron novios, pareja, amantes, o como se quiera decir, pero no matrimonio) en un pasado reciente, después de las cual terminaron y ella se relacionó con otros hombres, según vamos enterándonos en el correr del diálogo entre ellos. Más allá de los sentimientos amorosos, entre ello se cultivó el buen gusto, principalmente por la música. Son gente libre y “civilizada”

    A lo largo de los 127 minutos que dura la película, se va descubriendo que la amistad entre ellos se trastoca en afinidad sentimental, en relación no meramente sexual, sino en amor espiritual. Más de parte de él, quien, aparentemente, no ha tenido aventuras con otras mujeres, a diferencia de ella que si las ha tenido con otros hombres.

    Trío en mi bemol es una reflexión sobre el placer perdido del diálogo y sin saber quién la realizó, poco a poco, fui intuyendo que se trataba de Rita Azevedo Gomes, también responsable del guion. Más aún, mi intuición me llevó a pensar en el cine del famoso realizador francés Eric Rohmer ya fallecido. Y, efectivamente, la realizadora, se inspiró en la única obra pieza que escribió Eric Rohmer para el teatro que, los estudiosos del cine lo han constatado, fue un realizador cinematográfico muy afín a contar historias sobre sentimientos amorosos y recordado, sobre toda su obra, por tres series de películas: Seis cuentos morales, Seis comedias y proverbios y Cuentos de las cuatro estaciones.

    La película alude al título de una obra de Mozart: Trío en mi bemol, obra musical de gran belleza sonora, usada por la realizadora como vía para que los personajes se unan por siempre o sigan teniendo encuentros y desencuentros, testificados por una cámara (Jorge Quintela) que, bajo las órdenes de un realizador caprichoso, Jorge (Ado Arrieta), y su asistente, Mariana (Olivia Cábez), dentro de la puesta en escena, nos remita a que la historia es ficción y, al mismo tiempo, representación de la ficción. En la primera secuencia, cuando ella llega a la casa de él y comienzan a platicar, de pronto se oye una voz que dice: “corte”. Es el realizador aduciendo que no le gustó la toma o la actuación y los diálogos, haciendo que se vuelva a repetir la toma, vista desde otro ángulo, con cambios en las posiciones y contacto de los actores.

    De Rita Azevedo Gomes (año y lugar de nacimiento: 1952, Lisboa, Portugal), ya había visto otra película suya: La portuguesa (A Portuguesa, Portugal, 2018). Con una fotografía hiper-colorida, como artes plásticas relumbrantes, debida a Acacio de Almeida, y que es complemento de la puesta en escena de Rita Azevedo Gomes, autora del guion, La Portuguesa es un alegato feminista, muy femenino, inspirado en un relato de Robert Musil, con diálogos de Agustina Bessa-Luis. Obra maestra que deleita la mirada.

    Por Javier Enrique Zamorano López

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